viernes, 5 de marzo de 2010



La Parada

Por Roberto Rodriguez Marchena

Ayer 4 de marzo, decenas de miles de estudiantes norteamericanos se movilizaron en 32 estados de los EEUU para protestar por los recortes de subvenciones, cancelaciones de programas, contra las alzas de tarifas en las universidades y escuelas públicas. Lo llamaron Día Nacional de Acción por la Educación Pública.

En la masiva movilización nacional, los estudiantes contaron con el apoyo de profesores, maestros, autoridades universitarias, asociaciones de padres, ciudadanos, vecinos y algunas autoridades electas, mayormente del Partido Demócrata.

Luego de largos años aplicando políticas de reducción de impuestos a las personas de mayores ingresos y a poderosas corporaciones, de despilfarro y corrupción administrativa, algunos estados se encuentran técnicamente en quiebra y altamente endeudados; sin embargo, en lugar de revertir aquellas políticas, sus gobiernos han preferido cortar apoyos a la educación pública, subir tarifas, cancelar programas (transporte, almuerzo, clases de danza, entre otros) y despedir profesores y maestros.

En los EEUU hay 30 millones de personas desempleadas, subempleadas y que no ganan lo suficiente para vivir, 39 millones de personas reciben bonos de comida (foodstamps), 45 millones de ciudadanos no tienen seguro médico y 100 millones están subasegurados. Una imparable crisis inmobiliaria ha hecho perder sus viviendas a millones de familias norteamericanas. Las familias y negocios están endeudados hasta la coronilla con las tarjetas de crédito (848 mil millones de dólares). Las familias trabajadoras norteamericanas y sus hijos que estudian no dan, no pueden más. Están exhaustas de ser exprimidas por la “corporate class” y molestas por la indiferencia de los políticos en Washington.

En contraste con las dificultades en los presupuestos para la educación pública, los grandes banqueros de Wall Street anuncian fabulosas ganancias –los pequeños y medianos bancos de pueblo están en dificultad o al borde de cierre- y sus directivos han sido recompensados con miles de millones de dólares en bonos, luego de haber sido “rescatados” con cientos de miles de millones de dólares de los contribuyentes, es decir, por los padres, tíos, hermanos y abuelos de esos estudiantes que ayer se movilizaron.

Irrita que el gobierno Obama no haya sido capaz, un año después de juramentarse, de aprobar aún fueren mínimas regulaciones que eviten hoy y a futuro los manejos bancarios que sumieron a las familias y medianos y pequeños negocios en graves problemas. El casino sigue abierto, atendido por los mismos croupiers.

Mientras, está en marcha una inescrupulosa y activa movilización de las fuerzas conservadoras del Partido Republicano, las grandes corporaciones y de los lobbistas, a través de grandes medios de comunicación (Fox News a la cabeza), contra toda iniciativa de cambio del Presidente Obama.

La masiva movilización de ayer de la comunidad educativa en 32 estados, es una clara advertencia, en primer lugar, a los gobernadores, a las grandes corporaciones, a los políticos en Washington, de que le llegó su final a las políticas –vigentes todavía- inauguradas por el presidente Reagan y continuadas por los sucesivos gobiernos que llevaron a un deterioro del poder adquisitivo de las familias norteamericanas, a una violenta concentración de la riqueza, a disminuidos ingresos fiscales y pésima calidad del gasto público. En segundo lugar, la población votó por cambios, por lo que resulta una temeraria provocación de las fuerzas conservadoras continuar obstruyendo la agenda de cambios del Presidente Obama. En tercer lugar, advertencia también al presidente Obama: debe poner más atención a las familias trabajadoras y no a los lobbistas de Washington.

“Llegaré tan lejos como la gente quiera”, dijo recién juramentado Barack Obama a las redes de apoyo que conforman Organizing for America. La comunidad educativa de los EEUU le dijo ayer a su presidente que está dispuesta a movilizarse, a acompañarlo, si se decide a hacer los cambios prometidos.

Ojalá lo entienda así.

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