La Parada
Por Ramón Heredia
San Cristóbal.-Una miseria espantosa se evidencia en la comunidad de Bobo del barrio Madre Vieja Sur , fundada hace más de 70 años según los moradores del lugar donde no hay escuela, agua potable y la carretera que conduce hasta allá está en muy mal estado .
Además de padecer esta tres necesidades en Bobo nos encontramos con niños desnudos , hijos de adolescentes que ya son madres y de padres que luego de concluir el cuarto curso del nivel básico se dedican a palear arena del rio Nigua situado a escasos metros .
Los 80 estudiantes de la escuela básica de Bobo reciben el pan de la enseñanza en dos casas destartaladas , una de las cuales le fue prestada por la Iglesia y que ahora será desmantelada para dar paso a otra construcción de los religiosos de lugar.
La junta de Vecinos de Bobo solo le ha faltado hablar personalmente con Dios, pues ha visitado todas las instituciones de San Cristóbal entre esta la regional de educación, el ayuntamiento .
Dicen Rafael y Catalina Castillo presidente y v ice-presidente de la Junta de Vecinos que ninguna autoridad ha respondido a sus reclamos pese que se han hecho por escrito, oral y personal en reuniones celebradas en el terreno donde ellos quieren que se construya el plantel.
Los directivos de la Junta de Vecinos compraron con recursos obtenidos con empresarios de la zona los terrenos para la construcción de la escuela que se quedó trunca en la zapata hace diez años luego de agotar todos los recursos que recaudaron.
El agua que consume las familias de Bobo es obtenida de un pozo- con métodos rudimentarios luego almacenada en tanques de 55 galones, sin ningún tipo de tratamiento sanitario.
Los habitantes de Bobo sobreviven de la extracción de agregados para la industria de la construcción situación que Rafael y Catalina lamentan profundamente porque ellos cree que eso le hace daño al rio pero admiten que no hay “mas ná “ ,.
Demandaron urgente el auxilio de las autoridades con la construcción de la escuela básica y su ampliación hasta octavo curso para evitar que continue la deserción escolar debido a la falta de recursos de los padres para enviar a su hijos otra escuela luego o hacer el cuarto curso.
Por último los moradores de Bobo temen que el rio Nigua se desborde durante la temporada ciclónica y se lleven con sus crecientes las humildes casas de la 70 familias que viven en esta parte del municipio de San Cristóbal .
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