martes, 4 de mayo de 2010

El desarrollo económico dominicano no es predecible


La Parada

SANTO DOMINGO.-El lic. Ramón Pérez Minaya dijo que el desarrollo económico de los pueblos no es un factor predecible para nadie, ya que antes de hacer proyecciones hay que tener certeza de las fluctuaciones y variables que intervienen en este proceso.

Minaya fue el orador invitado por la Consultoría de Cooperación en Educación, Ciencia y Tecnología (COCECYT), a la acostumbrada conferencia preparada por esta institución en la Academia de Ciencias.

“La incipiente ciencia de la complejidad es una nueva mirada a realidad, nos ayuda a entender por qué los procesos sociales no pueden ser explicados mediante ecuaciones matemáticas. Entre otras cosas, nos dice que la teoría económica percibe los procesos económicos y sociales como si obedecieran a una dinámica lineal, en la cual un pequeño cambio siempre resulta en una transformación proporcional del sistema. Por el contrario, la ciencia de la complejidad, explica que en los procesos de la naturaleza, tanto en la vida orgánica como en los sociales, una ligera variación en un aspecto del sistema puede resultar en una intensa transformación de todo el sistema”, dijo.

El orador asegura que el análisis perspectivo económico debe sustentarse en las variable que delimitan el asenso o descenso de las mismas, y que como bien lo dicen las variables no son medios de los cuales se tiene control. “El caso de nuestro país en el que tenemos temporada ciclónica, época de sequía, lluvias aisladas, temporada de lluvias… cada uno de estos elementos, por solo referirnos a los naturales, tiene un impacto en el desarrollo tanto de los rubros agrícolas como en el sistema laboral mismo, por ello es que decimos que todos los factores influyen en el sistema de producción y este a su vez en la estabilidad económica de cualquier nación “, añade.

Minaya dijo que la economía no es como la matemática y por ello sus resultados nos son exactos , lo cual demuestra que los esfuerzos humanos de administrar la conducta humana y la conducta de la naturaleza misma, a pesar del empleo de lo formulismos matemáticos es lo que ha colocado a la economía de espaldas a la realidad, lo cual ha dado como resultado que la teoría económica convencional no haya podido dar respuesta a asuntos fundamentales, tales como la definición de las condiciones y determinantes del progreso material de las sociedades pobres, así como sobre el ciclo y el crecimiento económicos de los países industrializados. Tampoco ha podido entender el comportamiento de las crisis financieras y del frecuente surgimiento de las burbujas especulativas de los precios.

La pobre capacidad explicativa de esta teoría ha dado lugar a la aparición de teorías competitivas, lo que se ha traducido en una permanente controversia entre los teóricos, que se acrecienta con la aparición de nuevos planteamientos teóricos que vienen a desafiar los anteriores.

Asimismo, desde la complejidad se objeta la visión de la teoría económica convencional que indica que tanto los consumidores como los productores, siempre actúan mecánicamente, bajo la misma lógica de comportamiento, como si fueran átomos o moléculas de un fluido, concluyendo que, al igual que la termodinámica, se puede conocer el resultado del conjunto, mediante la simple agregación de los comportamientos individuales de cada uno los individuos que integran el sistema.

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