martes, 11 de mayo de 2010

Presidente Obama planea endurecer legislación medioambiental


Tomado del País

La Parada

WASHIGTON.-El presidente de EEUU, Barack Obama, planea endurecer la legislación sobre compensaciones por daños en caso de derrames de petróleo, que actualmente limita esos pagos a 75 millones de dólares (58 millones de euros). El anuncio coincide con la comparecencia, prevista para hoy, de altos funcionarios de las British Petroleum, Transocean y Halliburton, que han de rendir cuentas en el Senado estadounidense sobre el derrame de crudo en el golfo de México, que amenaza con convertirse en el peor de la historia de Estados Unidos.. Los ejecutivos comparecerán ante el Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado.

Con el objetivo de endurecer las sanciones por catástrofes ecológicas, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, señala en un comunicado que el presidente ha planteado la importancia de contar con expertos independientes y de poner todas las soluciones posibles sobre la mesa. Además Obama ha ordenado al secretario de Energía, Steven Chu, que se ponga al frente de un equipo de altos cargos y de científicos del Gobierno para mantener un "extenso diálogo" esta semana con BP en Houston sobre posibles soluciones al desastre. "Como el presidente ha dejado claro con anterioridad, BP pagará todos los costes de detener el flujo de crudo y su limpieza, y reclamaremos con energía una compensación completa por todos los daños" causados, expuso Gibbs.

Añadió además que Obama "ha pedido que enviemos legislación al Congreso para endurecer y actualizar la ley que impone un límite a la compensación por daños". El pasado 5 de mayo, miembros de la Cámara de Representantes ya plantearon la legislación para obligar a BP a pagar compensaciones de hasta 10.000 millones de dólares por el incidente, que el Gobierno de EEUU ha considerado "catástrofe nacional".

Un desastre de 800.000 litros diarios

La petrolera BP operaba la plataforma que se hundió el pasado 22 de abril en el golfo de México y (unos 5.000 barriles). Transocean era la propietaria de la citada plataforma, mientras que Halliburton realizó trabajos técnicos en la instalación. Obama se ha reunido hoy con el equipo de su Gobierno que trata de hacer frente al derrame de crudo en el golfo de México tras la explosión de una plataforma explotada por British Petroleum (BP) el pasado 20 de abril, según ha informado la Casa Blanca.

La petrolera quedó eximida por el Gobierno de Estados Unidos de tener un plan de emergencia en caso de que la plataforma, que alquiló a la subcontrata Transoceanic, provocara un vertido. Hace dos años, el Ejecutivo del presidente George W. Bush dejó de exigir medidas concretas de respuesta a fugas de petróleo varias perforaciones del golfo de México. Y la misma postura mantiene el Gobierno de Obama. Debido a su falta de preparación, BP duda ahora de cómo sellar las dos fisuras que quedan abiertas en el lecho marino, después de fracasar, el sábado, el intento de colocar una campana de acero y cemento sobre una de ellas. La compañía ha cifrado el coste de las tareas de limpieza en el golfo de México en 270 millones de euros (350 millones de dólares).

La defensa de las compañías

Las empresas implicadas preparan las acusaciones mutuas. Según una copia de los testimonios obtenida por el diario The Wall Street Journal, Lamar McKay, presidente de la filial estadounidense de BP, planea decir que la válvula que tenía que sellar el pozo era un "seguro en caso de accidente". McKay dirá que determinar el motivo del fallo del equipo de Transocean resulta "crucial", según el texto de su testimonio. "Todos nosotros queremos entender de forma urgente cómo esa pieza de equipo vital (...) falló y qué medidas son necesarias para evitar que eso vuelva a suceder", indica el testimonio del ejecutivo de BP.

Por su parte, Steven Newman, máximo responsable de Transocean, estudia echar la culpa de lo sucedido a los subcontratistas que fueron reclutados a indicación de BP. Newman aducirá que "no tiene sentido" culpar al sistema de múltiples válvulas de 450 toneladas diseñado para evitar que ocurra una explosión. En el momento de la explosión, el 20 de abril, "las barreras del pozo, el cemento y la cubierta eran responsables de controlar cualquier presión del pozo" de petróleo, según el ejecutivo de Transocean.

Halliburton, mientras tanto, prevé decir que sus trabajadores no instalaron un obturador de cemento en el pozo antes de la explosión de la plataforma Deepwater Horizon. BP proyectaba cerrar el pozo provisionalmente mientras analizaba un plan para pasar de la fase de exploración a la de producción.

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