El futuro de Quisqueya

La Parada

Escrito por: JOSE ALEJANDRO AYUSO
El futuro de Quisqueya
Por múltiples sinrazones conocidas que hoy huelga mencionar, tanto la política exterior hacia Haití como la migratoria, se han definido por “una ausencia” (Lozano y Báez Evertsz, 2008), larga por demás, a pesar de ser la vecina nación el segundo foco de atención en importancia luego de los Estados Unidos y el primero en materia de inmigración.
Pero el impulso humanitario de todos los dominicanos ante el hermano país literalmente en ruinas, la colaboración gubernamental en la coordinación de la ayuda de emergencia (en la que se destaca la loable labor del Embajador en Puerto Príncipe Don Rubén Silié y su eficiente equipo de trabajo), y el control militar en la frontera ante posibles desbordes son acciones que exigen el contexto de una estrategia dominicana hacia Haití que, para luego es tarde, debe estar en fase de consulta y elaboración.
Sin embargo, se impone la interrogante hecha por Don Carlos Despradel: “¿Tienen las autoridades nacionales una visión clara de cuál es la posición que nos corresponde asumir frente a la tragedia haitiana, tomando en consideración los intereses nacionales en el largo plazo?”. Como hasta la fecha las reuniones bilaterales sólo han incluido el sector oficial de ambos países, del gobierno haitiano tenemos la voluntad manifiesta de que la RD participe de manera activa en el proceso de reconstrucción de Haití, y del dominicano que éste es un objetivo estratégico para la nación, donde se inscribe “el temor” del Presidente Fernández de que se disipe la atención que reciben los afectados por el sismo y de que la ocurrencia de un “estado fallido” en Haití produzca una emigración masiva a la RD.
Para mitigar estas justificadas aprensiones, la columna insiste en que se debe dar un cauce institucional tanto al proceso interno de elaboración de los lineamientos nacionales de una política integral hacia Haití, como a las negociaciones bilaterales. El objetivo de lo último es acordar y agenciar “la acción binacional” en el seno de la comunidad internacional que, según el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, esta vez “los donantes debemos comprometernos a cumplir nuestras promesas”. Y en esta ocasión con más eficiencia y genuino compromiso el Estado dominicano debe estar atento a que la comunidad internacional no se olvide, una vez más, de Haití, para lo que debemos fortalecer la relación bilateral cooperativa y mantenerla en el tiempo.
Al efecto, reputados analistas (Juan Bolívar Díaz, Wilfredo Lozano, Roberto Álvarez) coinciden en la prensa en que “la coyuntura parece más que propicia para dejar reactivada y hacer operativa la Comisión Mixta Bilateral Domínico-Haitiana”, para que desde su Secretariado permanente se concierte la estrategia nacional hacia Haití y la binacional cara a la acción internacional. Que si como pronostica Jaime Aristy Escuder “las consecuencias económicas de ese terremoto para el territorio dominicano, en el mediano plazo, serán negativas”, hoy se decide el futuro de las dos naciones que comparten la isla Quisqueya. http://elnacional.com.do/opiniones/2010/2/25/40808/Agenda-Global