lunes, 8 de marzo de 2010

El triple filtro



P. Francisco Escolástico Hidalgo, sj



Desde hace unos meses circula por el Internet un correo titulado el Triple Filtro de Sócrates. No sé si la autoría es de Sócrates, no obstante lo comparto con los amables lectores.

La anécdota es la siguiente: un amigo de Sócrates (famoso filósofo griego que vivió aproximadamente 470 a. C. - 399 a. C., conocido por su gran sabiduría y su gran respeto por los demás), se le acercó y le dijo:

- sabes lo que escuché acerca de tu amigo?

Espera un minuto, replicó Sócrates. Antes de decirme nada, quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el tiple filtro.

- Triple filtro? Preguntó el otro.
- Correcto continuó Sócrates. Antes que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que me vas a decir. Es por eso que lo llamo “examen del triple filtro”.

El primer filtro es de la VERDAD.

- Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
- No dijo el hombre, realmente sólo escuché sobre eso y…
- Bien dijo Sócrates, entonces realmente no sabes si es cierto o no.


Segundo filtro: la BONDAD.

- Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, por lo contrario…
- Entonces deseas decirme algo malo de él, pero no estás seguro que sea cierto.


Tercer filtro: La UTILIDAD.

- Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, la verdad que no.
- Bien, concluyó Sócrates. Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no me es útil…para qué querría yo saberlo.






Hasta aquí la pequeña historia.

En este tiempo de cuaresma, propongo dedicar unos minutos a examinar el contenido de tantas cosas que hablamos, sobre tantos temas que opinamos, sobre tantas personas que criticamos.

Nosotros pueblos de rumores, de comentarios, del chismoteo, del “me dijeron”, del “eso fue lo que escuché”; pueblos donde hay gente que tiene sus “fuentes” precisas de informantes, necesitamos crecer en la verdad, la bondad y la utilidad de lo que decimos. Y al mismo tiempo, ayudar al “hablador” a liberarse de la “lengua” que lo ata y no lo deja crecer como persona.

Un buen propósito de esta cuaresma es el llegar a Semana Santa reconciliados con las personas, instituciones, grupos que hemos herido y embarrado con nuestros comentarios malsanos que no son verdad, no son buenos y no son útiles.

Dejémonos liberar por la VERDAD, la BONDAD y la UTILIDAD de lo que decimos.

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